Certificados ambientales
A continuación, presentamos dos ejemplos de estándares de referencia para medir la calidad mediambiental en el sector AEC.
Certificación PassivHaus
Esta certificación bajo el amparo del PassivHaus-Institut fundado a finales de los 90 en Darmstadt (Alemania) concibe una edificación que proporcione el máximo confort térmico con la mínima demanda de energía.
En cuanto a la ubicación y orientación del edificio, se tiene en cuenta qué ofrece en cada caso el entorno. Por ejemplo: la ubicación de puertas y ventanas en función de la radiación solar y la exposición a corrientes de aire. En casas fuera de un entorno urbano también se pueden considerar otros aspectos como por ejemplo la cercanía a un flujo de agua subterránea.
Otro aspecto que se analiza con detalle es la selección de los materiales y las técnicas de sellado adecuadas para evitar que el calor fluya entre el interior y el exterior. Por ejemplo: materiales que puedan generar puentes térmicos o fugas de aire en lugares convencionalmente insospechados como las cajas que albergan las persianas o los tubos por donde pasa el cableado de las instalaciones.
También es característico de una edificación pasiva hacer hincapié en los sistemas de ventilación controlada que permiten renovar el aire interior al mismo tiempo que recuperan el calor del aire que se extrae.
Entre los principales requisitos se exige una demanda energética de calefacción y refrigeración inferior a 15 kWh/ m2 / año, una demanda energética total inferior a 120 kWh / m2 / año y una hermeticidad inferior a 0.6 renovaciones de aire / hora.
Certificación LEED
Esta certificación nació en 1998 impulsada por el U.S. Green Building Council con el objetivo de estandarizar criterios de construcción sostenible para reducir el impacto ambiental de los edificios.
Para obtenerla, un proyecto debe cumplir prerrequisitos obligatorios y acumular puntos en categorías como energía, agua, materiales, calidad del aire interior, innovación y ubicación. Los requisitos incluyen eficiencia energética mínima, gestión responsable del agua, reducción de residuos, uso de materiales sostenibles y cumplimiento de normativas ambientales. La certificación se otorga en niveles (Certified, Silver, Gold, Platinum) según la puntuación total.
Las estrategias incluyen optimizar el diseño pasivo, mejorar el aislamiento térmico, instalar sistemas de climatización eficientes, incorporar energías renovables y tecnologías de ahorro de agua. También se deben seleccionar materiales con bajo impacto ambiental, fomentar el reciclaje en obra, mejorar la ventilación y calidad del aire interior, y promover la movilidad sostenible. La integración temprana del equipo de diseño es clave.
